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Una armadura de gas sobrecalentado: la NASA desvela cómo sobreviven las galaxias vecinas a la Vía Láctea

El telescopio Hubble, una de las principales tecnologías que sigue arrojando luz sobre los misterios que hay presentes en el Universo, no deja de sorprendernos pese a su longevidad. Desde comienzos de la década de los años noventa viene tomando importante información sobre investigaciones especiales y, pese a la existencia del más moderno James Webb, continúa desempeñando un importante trabajo. De hecho, se continúan obteniendo avances que contribuyen a dar una respuesta a lo que ocurre allá arriba.

El último gran descubrimiento obtenido gracias a esta tecnología está directamente relacionado con la conexión existente entre la Vía Láctea y sus 2 principales galaxias anexas. Se trata de las Nubes de Magallanes Grande y Pequeña, 2 alternativas que han venido compartiendo espacio en la parte exterior de la que somos residentes. ¿Cómo ha sido posible este fenómeno teniendo en cuenta que existe una fuerza gravitacional increíblemente fuerte? Al parecer, una armadura de gas sobrecalentado tiene la respuesta al problema.

Veamos, por tanto, cuáles son las claves para entender que esta asociación se haya mantenido vigente a lo largo de todo este tiempo, por qué se trata de un elemento clave para entender la supervivencia de estos espacios tan extensos alrededor de la Vía Láctea y, por supuesto, hasta qué punto existe una explicación científica que pueda contribuir al mantenimiento de esta situación.

La NASA y su capacidad para descubrir por qué sobreviven estas galaxias

La asociación formada por estas galaxias en relación a la Vía Láctea se puede explicar a través de la existencia de un gas que se encuentra en estado de sobrecalentamiento. De igual manera, se trata de una opción interesante desde el punto de vista de la investigación, ya que esta superficie llega a tener una extensión total por valor de 100.000 años luz. En su conjunto, nos encontramos ante una novedad que sirve para poner en contexto los motivos que hay detrás de esta situación.

De acuerdo con la información ofrecida por Digital Trends, nos encontramos ante una confirmación sobre una teoría que había sido formulada anteriormente en términos teóricos. En esta ocasión, lo que se suponía que era una alternativa probable, ha terminado convirtiéndose en realidad gracias a la información gráfica obtenida por el módulo instalado en el telescopio Hubble. Se trata, por tanto, de un avance con un gran potencial de estudio para los próximos años.

Las galaxias se envuelven en capullos gaseosos, que actúan como escudos defensivos contra otras galaxias. Andrew Fox, del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial

La investigación, publicada en el medio científico Nature, ha permitido confirmar cómo existe una especie de neblina formada por un gas sobrecalentado que permite mantener la reducida distancia entre la Vía Láctea y sus 2 principales galaxias que actúan como satélites anexos a ella. Este nuevo descubrimiento puede servir para llevar a cabo próximamente nuevas investigaciones que descubrir más secretos sobre estas 2 galaxias vecinas. Al fin y al cabo, pueden contener algunas de las claves para entender el origen del Universo o, simplemente, contar con algún potencial planeta que pueda reunir características parecidas a la Tierra.