Ucrania acusó a Rusia de destruir una importante represa de una planta hidroeléctrica del río Dniéper en la región de Jersón, en el sur del país.
La represa se encuentra en la zona de Nova Kajovka, ocupada por Rusia. El alcalde de la localidad, instalado por Moscú, responsabilizó a Ucrania de la destrucción.
El incidente ha provocado desbordamientos de agua en las inmediaciones, lo que obligó a múltiples evacuaciones en la zona, con al menos 16 mil personas vulnerables al riesgo de inundaciones, según fuentes ucranianas.
La agencia de noticias estatal rusa Tass informó que se ha declarado el estado de emergencia en el distrito de Nova Kajovka, donde -según fuentes de seguridad rusas- unas 600 casas estarían bajo el agua.
Las imágenes que circulan por redes sociales muestran una brecha masiva en la represa de Kajovka, con el agua desbordándose por zonas de guerra y dirigiéndose en dirección a Jersón.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, convocó a una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional y aseguró que su gobierno está haciendo «todo lo posible para salvar a la gente».
Ambas partes dan versiones distintas del incidente. La BBC no ha podido verificarlas.
La planta nuclear de Zaporizhzhiadepende del agua de esta represa para enfriar sus reactores nucleares.
Hasta el momento, los reportes indican que la situación está bajo control.
El Organismo Internacional de Energía Atómica dice estar vigilando la situación de cerca.
La destrucción de la represa puede tener varias consecuencias
La planta nuclear de Zaporizhzhia depende de las aguas de esta presa para enfriar sus reactores.
La destrucción de la represa en Nova Kajovka puede tener graves consecuencias en varias direcciones. La más inmediata es que las comunidades río abajo ahora se enfrentan al riesgo de inundaciones masivas.
Las autoridades de Jersón, a menos de 80 kilómetros río abajo, han instado a los residentes de las partes bajas de la ciudad a evacuar tan rápido como sea posible y buscar refugios en terrenos altos.
Hay otros peligros.
La represa sostiene las aguas del río Dniéper, formando una vasta reserva que provee agua para varias comunidades.
La reserva también suministra aguas de enfriamiento para la planta nuclear de Zaporizhzhia, la más grande de Europa, alrededor de 100 kilómetros río arriba.
Las autoridades de Kyiv dicen que la situación de la planta de Zaporizhzhia, ocupada por tropas rusas desde el año pasado, se encuentra «bajo control», pero podría deteriorarse si las reservas de enfriamiento de la planta comienzan a vaciarse.
Análisis de Paul Adams, corresponsal diplomático en Ucrania