El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitará a su homólogo Gustavo Petro en Colombia el 8 y 9 de septiembre para tratar temas como la migración y la lucha contra las drogas. Así lo ha anunciado el Gobierno colombiano este lunes después de la reunión entre el canciller Álvaro Leyva Durán y Alicia Bárcena, la nueva secretaria de Relaciones Exteriores de México después de la salida, hace apenas un mes, de Marcelo Ebrard. El encuentro se ha dado en el marco de la Cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno europeos, latinoamericanos y caribeños que se celebra estos días en Bruselas, y en el que la Unión Europea ha prometido una inversión de 45.000 millones de euros en planes de financiación para América Latina.
La diplomacia colombiana ha informado que entre los temas de interés mutuo que abordaron Leyva y Bárcena estuvieron las cumbres sobre migración y drogas en las que ambos países trabajan conjuntamente. El presidente de Colombia, el país con mayor producción mundial de hoja de coca y de cocaína, ha buscado con insistencia rediseñar el enfoque de la lucha global contra las drogas en el año que lleva en el poder. “Es el momento de evaluar y es el momento de plantear nuevas estrategias, quizás más eficaces, así que México y Colombia, que han sido víctimas profundas de ese tipo de política, tienen todo el derecho a reunirse”, reiteró este lunes Petro como antesala a la apertura oficial de la cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea.
Los dos mandatarios ya habían prometido convocar al resto de América Latina a cambiar el enfoque de la lucha antinarcóticos, una de las obsesiones de Petro, después de su visita a la capital mexicana el pasado noviembre. El presidente de Colombia plantea dejar de criminalizar a los eslabones más débiles de la cadena, los cultivadores de coca, y enfocar los esfuerzos en golpear a las organizaciones criminales que se lucran del narcotráfico.
López Obrador, por su parte, ha dada también un giro social a la lucha contra narcotráfico, con programas sociales destinados a los jóvenes y menos confrontación directa, una especie de intervención mínima de la policía y los militares. Petro incluso aprovechó su primer discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas para lanzar un fuerte alegato en esa dirección. “Yo les demando desde aquí, desde mi Latinoamérica herida, acabar con la irracional guerra contra las drogas”, dijo en septiembre en Nueva York.
Ese llamado ya ha obtenido el apoyo de la Comisión Global sobre Política de Drogas, a la que pertenecen tanto los expresidentes colombianos César Gaviria (1990-1994) y Juan Manuel Santos (2010-2018) como el mexicano Ernesto Zedillo (1994-2000), y también del Grupo de Puebla, que reúne a dirigentes progresistas de Iberoamérica.
Fue también en esa visita de Estado cuando el Gobierno mexicano aceptó sumarse como país garante a la mesa de diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla en armas de Colombia. México incluso albergó el segundo ciclo de conversaciones en un proceso que ha rotado por varias sedes. “Si tuviese que resumir en una palabra cómo es la relación entre nuestros pueblos y con el Gobierno del presidente de Colombia, Gustavo Petro, diría: hermandad”, señaló entonces con solemnidad López Obrador, que ha sido poco dado a realizar viajes al exterior durante su mandato. Tan solo ha visitado Washington, Centroamérica y Cuba. Al encuentro con Petro, el mandatario mexicano sumará un viaje a Chile para conmemorar el 11 de septiembre el 50 aniversario de la muerte del expresidente Salvador Allende.
FUENTE: EL PAIS