Inspirado en los teléfonos de principios de los 2000, el “Boring Phone» sólo permite funciones básicas como la grabación de video, enviar mensajes SMS, realizar llamadas y jugar juegos sencillos, eliminando el acceso a redes sociales y aplicaciones de internet.
La intención detrás de este diseño es simple: reducir la dependencia de las plataformas digitales y fomentar la interacción en el mundo físico.
En entornos como festivales o reuniones con amigos, donde la tentación de revisar el teléfono puede interrumpir la experiencia, este dispositivo invita a los usuarios a estar más presentes, concentrándose en lo que ocurre a su alrededor. Sin notificaciones constantes ni distracciones, se abre un espacio para disfrutar de forma auténtica
Con su carcasa transparente, que recuerda a los modelos de los 2000, el“Boring Phone» de Heineken también ofrece un guiño nostálgico a tiempos en los que la conexión digital era menos dominante.
Aunque aún no se ha confirmado su disponibilidad en el mercado, este teléfono está pensado como una herramienta para aquellos que buscan una pausa de la hiperconectividad y un respiro de la realidad virtual, permitiendo disfrutar de los momentos cotidianos con mayor claridad y atención plena.
El pasado mes de abril HMD, compañía finlandesa, anunció el producto como parte de una presentación realizada por Heineken y el estudio de diseño a cargo de Bodega.
HMD explicó que como uno de los principales motivos del lanzamiento destaca que, tras una investigación realizada en marzo de este año con cuatro mil jóvenes de la Generación Z y millennials de Estados Unidos y Reino Unido, descubrieron que el 90 por ciento de los encuestados utilizaba su smartphone al menos siete veces durante una salida nocturna