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Jacob Blake: el caso del afroestadounidense baleado por la espalda por la policía que reencendió las protestas en EE.UU.

Una llamada a los servicios de emergencia por un incidente doméstico terminó con un hombre afroestadounidense baleado por la policía en el estado de Wisconsin, en el norte de EE.UU., un incidente que ha vuelto a despertar masivas protestas contra la fuerza policial.

La víctima, identificado como Jacob Blake, fue operado de urgencia e ingresado en la unidad de cuidados intensivos.

La familia indicó que los médicos no temen por su vida, aunque advirtieron de las secuelas que le podrían dejar las heridas.

«Tiene ocho hoyos» en el cuerpo y está paralizado de la mitad inferior de su cuerpo, dijo Jacob Blake padre al diario Chicago Sun Times.

Los médicos no sabíaaún si la parálisis de la mitad inferior del cuerpo de Blake será permanente.

Un video publicado en internet muestra aparentemente a Blake recibiendo disparos en la espalda mientras intentaba entrar a un vehículo en una calle en la localidad de Kenosha.

El incidente se produce cuando los estadounidenses tienen muy reciente la ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial que se desató tras la muerte del afroamericano George Floyd en mayo pasado.

Las autoridades emitieron una declaratoria de toque de queda de emergencia después de que se registraran protestas tras el tiroteo y este lunes una nueva jornada de manifestaciones tomó el centro de la ciudad.

El periodista de la BBC Aleen Maqbool, que cubre las protestas desde Kenosha, contó que cientos de manifestantes se reunieron en la noche tras el toque de queda frente al juzgado de la localidad, lo que conllevó a la movilización de decenas de efectivos.

El gobernador del estado, Tony Evers, pidió una «movilización limitada» de la Guardia Nacional para ayudar a la policía local y «proteger la infraestructura crítica».

«Todas las personas deberían poder expresar su enojo y frustración ejerciendo sus derechos de la Primera Enmienda e informar sobre estos llamados a la acción sin temor a ser inseguros», dijo.

Horas antes, algunos manifestantes intentaron entrar por la fuerza en el edificio de seguridad pública de Kenosha, exigiendo que los agentes involucrados en el tiroteo del domingo fueran arrestados.

Los manifestantes lograron romper una puerta antes de que agentes con equipo antidisturbios usaran gas pimienta para dispersar a la multitud.

Los agentes utilizaron gases lacrimógenos para tratar de dispersar a cientos de manifestantes que desafiaron el toque de queda en todo el condado.