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‘Enorme’ criatura ártica es vista por primera vez en 25 años en la costa de Escocia

Cuando recorría la rocosa costa de Escocia, un pescador del área vio a un visitante inusual disfrutando de un baño de sol. “Fue realmente una gran sorpresa ver a una morsa tomando el sol”, le dijo el pescador Lorn Macrae al Fondo Hébrido de Ballenas y Delfines, según un comunicado de prensa de la agencia del lunes 27 de febrero. “Al parecer, la morsa gris del Atlántico evita que la vean”. Macrae tomó algunas fotos de la “enorme” criatura y reportó el encuentro a la organización marina, de acuerdo con el reporte.

La morsa fue vista en la pequeña isla de Cairn na Burgh Beag, que forma parte de las Islas Hébridas en la costa oeste de Escocia. Las islas quedan a unas 520 millas al noroeste de Londres.

“Las morsas son visitantes poco frecuentes en las costas escocesas”, dijeron los expertos marinos. Es el primer avistamiento gráfico de una morsa en la costa oeste de Escocia en más de 25 años, dijo la organización. Recientemente, una morsa macho de gran tamaño, a la que llamaron “Thor”, fue vista en la costa de los Países Bajos, Francia, Inglaterra e Islandia, dijeron los expertos. Tras ser identificada por sus características aletas, Thor fue vista por última vez en la costa de Islandia el 24 de febrero.

Los expertos marinos no saben si la morsa que se encontró en las Islas Hébridas es Thor. “Si es él, entonces hizo un viaje absolutamente increíble” agregó la organización. Existen dos especies de morsas —la del Atlántico y la del Pacífico—, y ambas toman su nombre por las áreas donde viven, dijo la Fundación Mundial de la Vida Silvestre. La morsa del Pacífico habita desde Rusia hasta la costa oeste de Estados Unidos. La morsa Atlántica se puede encontrar en la costa norte de Canadá, Groenlandia, Noruega y Rusia.

“Se estima que hay unas 25,000 morsas atlánticas y cerca de 200,000 morsas pacíficas que viven de forma silvestre”, reportó la fundación. El Fondo Hébrido de Ballenas y Delfines le pidió al público que respetase al visitante del Ártico permaneciendo a una distancia considerable del animal, no mirarlo durante mucho tiempo y no reunirse en grupos grandes. “Las morsas viajan largas distancias y tienen necesidad de descansar para recuperarse y volver a cargarse de energía antes de continuar su viaje”, dijo en el reporte Molly Gray, de British Divers Marine Life Rescue. “Si las personas las molestan por acercarse demasiado o por hacer mucho ruido, ello sin duda alguna afectará la posibilidad de sobrevivir de la morsa”.