Un tribunal dictó sentencias de 20 años de prisión para Pelicot y más de 50 personas acusadas de drogar y participar en agresiones sexuales organizadas contra la esposa del principal inculpado. Este caso, que conmocionó a la opinión pública, reveló una red criminal en la que Pelicot coordinaba los actos atroces contra su pareja durante varios años.
Las investigaciones demostraron que Pelicot utilizaba sustancias químicas para incapacitar a su esposa y permitía que decenas de personas participaran en los ataques, documentando estos actos en grabaciones. El tribunal consideró las pruebas presentadas como irrefutables y sentó un precedente en la condena de crímenes de esta naturaleza.
Activistas y organizaciones aplaudieron el fallo como un paso importante para visibilizar y combatir la violencia extrema contra las mujeres, enfatizando la necesidad de un cambio cultural y legal para prevenir casos similares. La familia de la víctima expresó su alivio por la sentencia, pero resaltó el largo camino hacia la recuperación emocional.
Este caso subraya la urgencia de fortalecer las políticas de protección hacia las mujeres y la persecución de redes criminales que perpetúan este tipo de violencia