Donald Trump, en una reciente entrevista, confirmó que busca catalogar a los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras. Según el expresidente, esta medida busca dotar a Estados Unidos de herramientas más agresivas para combatir el tráfico de drogas y personas. Trump señaló que ya lleva más de 90 días trabajando en este proceso, aunque reconoció que no es sencillo por los requisitos legales que implica.
El anuncio ha generado una fuerte reacción en México. El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó la propuesta, calificándola como un intento de injerencia. Aseguró que México no permitirá intervenciones extranjeras y destacó que el país cuenta con las capacidades para enfrentar a los cárteles. Por su parte, el canciller Marcelo Ebrard subrayó que cualquier acción unilateral sería una violación a la soberanía mexicana, y enfatizó la necesidad de cooperación respetuosa entre ambas naciones.
La controversia pone en el centro del debate la estrategia de seguridad bilateral y plantea dudas sobre el impacto de estas designaciones en la relación entre México y Estados Unidos, especialmente en un momento en el que el tráfico de fentanilo y la violencia de los cárteles son temas prioritarios para ambos países.
Esta medida también ha sido respaldada por sectores conservadores en EE. UU., que consideran necesaria una acción militar directa, aunque el gobierno mexicano insiste en que la cooperación debe ser sin intervencionismo.
Esta discusión continúa escalando, dejando en el aire el impacto que podría tener tanto en la política internacional como en la seguridad interna de ambos países.