Cientos de meteorólogos y empleados de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) fueron despedidos en una nueva ola de recortes del gobierno de Estados Unidos. Los despidos afectaron a profesionales en período de prueba, incluidos meteorólogos que desempeñaban un papel clave en la emisión de pronósticos y alertas en oficinas del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) en todo el país.
