El gobierno de Israel ha respaldado la exigencia del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de que Hamás libere a todos los rehenes antes del sábado. En caso contrario, el ejército israelí ha advertido que está listo para retomar los ataques sobre la Franja de Gaza con una ofensiva aún más intensa.
La presión de Trump sobre Hamás
Desde su campaña presidencial, Trump ha sido firme en su postura respecto al conflicto en Gaza. Ha dejado claro que no tolerará la retención de rehenes israelíes y estadounidenses por parte de Hamás, advirtiendo que si el grupo terrorista no accede a su exigencia, habrá consecuencias graves. En recientes declaraciones, Trump amenazó con desatar un «infierno» en Medio Oriente si los rehenes no son liberados antes de su toma de posesión el 20 de enero.
El equipo de Trump ya está involucrado en negociaciones a través de Steve Witkoff, quien ha sido designado como su enviado especial para Oriente Medio. Witkoff aseguró que los negociadores están «haciendo muchos avances» y que existe una «gran esperanza» de que haya buenas noticias antes de la investidura presidencial.
Israel se prepara para una nueva ofensiva
Mientras las negociaciones avanzan, el ejército israelí se mantiene en máxima alerta. Altos funcionarios del gobierno de Benjamin Netanyahu han advertido que, si Hamás no cumple con la liberación de los rehenes en el plazo establecido, Israel retomará su ofensiva militar con ataques de gran escala sobre Gaza.
Según fuentes militares, las fuerzas de defensa israelíes ya tienen preparados nuevos planes de ataque, que podrían incluir bombardeos estratégicos y operaciones terrestres más profundas en el territorio controlado por Hamás.
Obstáculos en las negociaciones
Uno de los mayores desafíos en este proceso es que Hamás sigue exigiendo la liberación de cientos de prisioneros palestinos, algunos con antecedentes de terrorismo, a cambio de los rehenes. Además, el grupo islamista ha condicionado cualquier negociación a una retirada completa de las tropas israelíes de Gaza, algo que Israel se niega a aceptar sin garantías de seguridad.
Por otro lado, Qatar y Egipto están actuando como mediadores para evitar una escalada mayor del conflicto, tratando de encontrar una solución que evite la reanudación de los combates. Sin embargo, con la presión de Trump y la postura inflexible de Israel, el tiempo para lograr un acuerdo se está agotando.
Escenario incierto en Medio Oriente
La tensión sigue en aumento mientras se acerca el plazo límite impuesto por Trump. La comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrollan los acontecimientos, pues un nuevo ataque israelí sobre Gaza podría desestabilizar aún más la región.
Si Hamás no libera a los rehenes, Israel parece dispuesto a actuar con contundencia, mientras que la administración de Trump podría endurecer aún más su postura contra el grupo islamista y sus aliados en Medio Oriente. En los próximos días, se definirá si las negociaciones logran un resultado pacífico o si la guerra en Gaza entra en una nueva y peligrosa fase.
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