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Bank of America enciende las alarmas: México podría entrar en recesión

La economía mexicana empieza a mostrar signos preocupantes y no pasó desapercibido para uno de los grandes bancos de Wall Street. Bank of America acaba de advertir que México se encamina a una recesión, y las razones detrás de este pronóstico son más estructurales que coyunturales.

Para empezar, el llamado “súper peso”, que tanto se celebró por su fortaleza frente al dólar, podría estar viviendo sus últimos días dorados. Aunque el peso ha ganado terreno —más de 7% en lo que va del año—, el banco considera que está sobrevaluado cerca de un 10% en comparación con los fundamentos reales de la economía mexicana. En otras palabras: la moneda se ve fuerte, pero la economía que la respalda no lo es tanto.

Esa aparente fortaleza tiene una explicación clara: las tasas de interés altas han convertido al peso en una opción atractiva para inversionistas que buscan rendimiento, lo que ha inflado su valor. Pero ese mismo atractivo podría evaporarse si el Banco de México continúa con los recortes de tasas que ya ha comenzado a aplicar, lo que haría que los flujos de inversión especulativa se retiren y la moneda se debilite.

Como si esto no fuera suficiente, se suma una amenaza externa con consecuencias internas muy reales. El expresidente Donald Trump ha puesto sobre la mesa un proyecto de ley para imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por extranjeros en Estados Unidos. Esto golpearía directamente a millones de familias mexicanas que dependen de esos ingresos, y también afectaría las finanzas del país, donde las remesas ya representan una fuente clave de divisas.

El panorama, en conjunto, dibuja una economía que podría estar acercándose a una zona de riesgo: una moneda sobrevaluada, crecimiento estancado y amenazas fiscales externas. Aunque todavía no se puede hablar de recesión formal, el aviso está sobre la mesa. Lo preocupante es que, si no se toman decisiones estratégicas pronto, podríamos dejar de hablar de advertencias para empezar a hablar de consecuencias.

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