La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado su profunda preocupación ante la propuesta de imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por mexicanos desde Estados Unidos, calificándola de «injusta», «inaceptable» e «inconstitucional».
A pesar de celebrarse un primer obstáculo para la iniciativa en el Congreso estadounidense, la advertencia sobre su posible resurgimiento en el futuro se mantiene, llamando a la comunidad mexicana en ambos lados de la frontera a la vigilancia y la unidad.
La presidenta señaló que la discusión sobre este gravamen podría retomarse, por lo que es crucial seguir trabajando para evitar su implementación, ya que lo considera una medida que atenta contra la justicia y viola acuerdos existentes entre ambos países.
La propuesta de aplicar un impuesto a las remesas ha sido objeto de fuertes críticas, al percibirse como un perjuicio directo para los trabajadores mexicanos en Estados Unidos y sus familias en México, quienes dependen significativamente de estos recursos económicos.
México, cuya economía se apoya considerablemente en las remesas, con una contribución cercana al 4%, ha experimentado un crecimiento constante en estos envíos durante más de una década. El año pasado se registró un volumen récord, consolidando al país como uno de los principales receptores a nivel global.
Sheinbaum hizo un llamado enfático a los mexicanos que residen en Estados Unidos para que se movilicen y hagan llegar su voz a los legisladores estadounidenses, manifestando su rotunda oposición a esta medida. La unidad de la comunidad mexicana, enfatizó, es fundamental para ejercer presión y lograr que la propuesta sea desechada.
Desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se ha respaldado la postura presidencial, argumentando que la imposición de este impuesto iría en contra de tratados bilaterales destinados a evitar la doble tributación entre México y Estados Unidos, acuerdos que han estado en vigor por varios años. La defensa de estos acuerdos y la protección de los derechos de los trabajadores mexicanos son consideradas prioridades en este contexto.
La discusión en torno al posible impuesto a las remesas continúa siendo un tema de gran relevancia en la relación bilateral, generando inquietud en México y motivando a la comunidad mexicana en Estados Unidos a defender sus intereses y el bienestar de sus familias en territorio nacional.