Arnold Rojas Tame, originario de San Luis Potosí y de 31 años de edad, ha sido identificado por autoridades mexicanas y estadounidenses como uno de los principales responsables de un sofisticado esquema de contrabando de hidrocarburos desde Estados Unidos hacia México. La operación, que involucra el uso de ferrotanques, representa el traslado ilícito de millones de litros de combustible, y ha sido documentada en una investigación del noticiero En Punto con Enrique Acevedo.
Vínculos con una red internacional
En 2019, Rojas Tame estableció vínculos en Tamaulipas con Luis Ariel Rivera Rodríguez, un ciudadano mexicoamericano que había sido encarcelado en Texas por participar en una red de robo de hidrocarburos. Rivera fue procesado en el marco de una denuncia presentada por Pemex en 2010 contra 24 empresas estadounidenses y seis particulares, acusados de haber adquirido hidrocarburo robado por un valor de 300 millones de dólares.
Dicho combustible —principalmente petróleo crudo y condensado de gas— era extraído ilegalmente de la Cuenca de Burgos por grupos criminales como el Cártel del Golfo y Los Zetas, y exportado a Estados Unidos bajo la etiqueta de “solvente orgánico”.
Entre los nombres mencionados en esa denuncia figura James Jensen, propietario de Arroyo Terminals, detenido por el FBI y la DEA recientemente. Rivera Rodríguez, tras cumplir una condena de cinco años por lavado de dinero y contrabando, fue liberado en 2013. No obstante, retomó operaciones en 2017 a través de empresas como Luxemborg Trading, Petrotamps y San Petesburg Fueling Network, utilizando documentación falsa para continuar importando combustible desde Texas.
Expansión empresarial y complicidad institucional
En 2019, Rivera y Rojas Tame comenzaron a operar un conjunto de empresas dedicadas a la logística, almacenamiento y comercialización de hidrocarburos, con presencia en Tamaulipas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Querétaro y Ciudad de México. Algunas de estas compañías incluyen:
Voymex Transporte, Lambrucar, Crismon Hidrocarburos, Caf Corporativo Logístico, Empowering People, Hicarbu Logistic, GP Rhino, Transpotal, Pimienta Energy y Protal Seguridad Privada.
Paralelamente, también asumieron el control de terminales ferroviarias, conocidas como “espuelas”, donde realizan el trasvase de combustible que ingresa de manera ilegal a México por las aduanas de Nuevo Laredo, Matamoros y Piedras Negras. De ahí, los ferrotanques son transportados hasta puntos de distribución en Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Aguascalientes, desde donde se abastecen pipas para surtir el combustible en otras regiones del país.
Por su modus operandi y control del sistema logístico, las autoridades los han apodado “Los señores de los trenes”.
Protección oficial y ostentación
Reportes de inteligencia filtrados por agencias estadounidenses en 2024 señalan que Arnold Rojas Tame logró consolidar sus operaciones gracias a la presunta protección de funcionarios aduanales mexicanos, incluyendo a personas cercanas a André Georges Foullon Van Lissum, quien fue nombrado en junio de 2023 como director general de la Agencia Nacional de Aduanas de México.
El éxito del esquema delictivo también ha quedado reflejado en la vida de lujos que llevan sus operadores. Arnold Rojas Tame posee varios vehículos de alta gama, entre ellos un Lamborghini Huracán Sterrato valuado en 7 millones de pesos, y una camioneta Bentley Bentayga con un precio estimado de 5 millones de pesos.
Por su parte, la empresa Luxemborg Trading, asociada a Rivera Rodríguez, adquirió en 2024 un Jet Pilatus PC-24 con un valor superior a 15 millones de dólares.