Un pasajero británico logró escapar con vida tras el accidente del vuelo de Air India en Ahmedabad gracias a haber ocupado un asiento clave. Un experimento realizado en México años atrás vuelve a cobrar relevancia y pone en duda la seguridad aérea, mientras surgen múltiples preguntas sobre el futuro de la aviación.
En el desierto de Sonora, México, científicos realizaron en 2012 un experimento en el que estrellaron deliberadamente un avión de pasajeros para analizar la seguridad según la ubicación de los asientos. Hoy, a raíz del reciente accidente del vuelo de Air India en Ahmedabad, los resultados de ese estudio resultan fundamentales.
Según informó el Daily Mail, Vishwash Kumar Ramesh, un británico de 40 años, fue el único sobreviviente de un Boeing 787 que se estrelló segundos después del despegue el 12 de junio de 2025. Ramesh viajaba en el asiento 11A, situado a la izquierda y justo detrás de una salida de emergencia, lo que le permitió escapar ileso mientras las otras 241 personas a bordo perdían la vida.
El avión, que había partido de Ahmedabad con destino al aeropuerto de Gatwick en Londres, impactó contra un edificio residencial, causando además al menos 19 muertes en tierra, incluyendo estudiantes universitarios que se encontraban en el inmueble.
El piloto Sumeet Sabharwal, con más de 8,200 horas de vuelo, informó por radio: “Mayday… sin empuje, perdiendo potencia, incapaz de levantar”, momentos antes del accidente. El Boeing apenas había alcanzado una altitud de 122 metros (400 pies) cuando ambos motores aparentemente fallaron.
Ramesh relató a la cadena india Doordarshan desde su cama en el hospital: “No sé cómo sobreviví. Por un momento pensé que iba a morir. Cuando abrí los ojos, vi que estaba vivo. Me quité el cinturón y salí”. Explicó que el asiento junto a la puerta de emergencia se desprendió hacia la planta baja, lo que le permitió saltar y escapar del fuego. También presenció la muerte de dos azafatas y sufrió quemaduras en el brazo. El doctor Dhaval Gameti, quien lo atendió, señaló que presenta “múltiples lesiones, pero está fuera de peligro”.
El experimento de 2012, realizado con un Boeing 727 estrellado de forma controlada en Sonora para un documental de Channel 4, tenía como objetivo identificar qué asientos ofrecen mayores probabilidades de supervivencia en accidentes. Los resultados indicaron que los pasajeros en clase económica, especialmente los sentados cerca de una salida de emergencia y en la parte trasera del avión, tienen más probabilidades de sobrevivir que quienes viajan en las filas delanteras o en primera clase.
Durante el choque simulado, los primeros 11 asientos —los más costosos— se desprendieron cuando la nariz del avión se hundió y la parte frontal del fuselaje se separó. La fuerza del impacto alcanzó 12G en la parte delantera, mientras que en la parte trasera fue de solo 6G.
Los expertos concluyeron que ningún pasajero en primera clase habría sobrevivido, pero el 78% de los pasajeros restantes sí lo habría hecho, aumentando sus posibilidades cuanto más atrás estuvieran sentados. Anne Evans, exinvestigadora de la Air Accidents Investigation Branch del Reino Unido, que analizó la caja negra del Boeing 727, afirmó: “Es más seguro sentarse en la parte trasera del avión, donde se encuentra el registrador de vuelo. La parte delantera recibe fuerzas de impacto mucho más altas”.
Tras el accidente, la Aircraft Accident Investigation Bureau de India inició una investigación oficial en cumplimiento con la Organización de Aviación Civil Internacional. El ministro de Aviación Civil, Ram Mohan Naidu Kinjarapu, informó en la red social X que la caja negra fue recuperada 28 horas después, lo que facilitará esclarecer las causas. Equipos de la NTSB, FAA, Boeing y General Electric viajarán a India para colaborar en la investigación.
Las autoridades indias realizan pruebas de ADN para identificar a las víctimas, dado que la mayoría quedaron calcinadas. Entre los fallecidos hay al menos 53 ciudadanos británicos, incluidos el radiólogo Prateek Joshi, el matrimonio Fiongal y Jamie Greenlaw-Meek, y la familia de la embajadora de Harrods, Mariam Ali Syed, junto a su esposo e hijos pequeños.
La comunidad musulmana de Gloucester lamentó la muerte de Akeel Nanabawa y su familia. Familiares se congregaron en el hospital civil de Ahmedabad en busca de apoyo. Yasmine Hassan, cuñada de Mariam Ali Syed, criticó la falta de comunicación oficial: “No estamos enojados por la demora, sino porque nadie nos ha contactado para ofrecer ayuda. Son ciudadanos británicos”.
Expertos en aviación han planteado varias hipótesis para el accidente, entre ellas la pérdida simultánea de potencia en ambos motores, posiblemente por impacto de aves, similar al “Milagro del Hudson” en 2009, o un error en la configuración de los flaps para el despegue.
El primer ministro Narendra Modi visitó el lugar y el hospital para expresar condolencias. Por su parte, el grupo Tata, dueño de Air India, anunció que entregará 10 millones de rupias (aproximadamente 86,000 libras) a las familias de cada víctima.
Este accidente ha reavivado el debate sobre la seguridad aérea y la importancia de la ubicación de los asientos para la supervivencia, un tema que vuelve a ser analizado tras el testimonio de Vishwash Kumar Ramesh y los hallazgos científicos previos.