El gobierno ruso lanzó una contundente advertencia a Estados Unidos luego de que el expresidente Donald Trump anunciara el despliegue de dos submarinos nucleares, supuestamente como medida de respuesta ante una amenaza por parte del Kremlin.
“En una guerra nuclear no puede haber ganadores. Ese principio es nuestra guía”, declaró este lunes Dmitri Peskov, vocero del presidente Vladímir Putin. En su conferencia de prensa habitual, el funcionario instó a mantener la cautela cuando se trata de declaraciones relacionadas con armamento atómico y tensiones estratégicas.
La reacción rusa surge tras las declaraciones que Trump hizo el viernes en su red Truth Social, donde aseguró haber dado la orden de enviar dos submarinos nucleares a “regiones correspondientes”, como medida preventiva ante las “provocaciones” de Moscú. Si bien no dio detalles sobre la ubicación de dichas unidades, el mensaje generó alarma internacional.
“Las palabras tienen peso y consecuencias, incluso cuando no se buscan. Espero que este no sea uno de esos casos”, añadió Trump en su publicación.
Peskov, por su parte, insistió en que Rusia no percibe una escalada nuclear activa entre ambos países, pero sí considera preocupante la retórica usada por líderes internacionales. “Este tipo de discursos pueden ser interpretados con impulsividad por muchos. Por eso creemos que debe haber responsabilidad al hablar de estos temas”, subrayó.
A las tensiones diplomáticas se sumó Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, quien criticó duramente el ultimátum de Trump, quien redujo a diez días el plazo para que Putin detenga la guerra en Ucrania, advirtiendo que de no hacerlo, se impondrán sanciones más severas y restricciones al petróleo ruso.
Medvédev respondió señalando que Trump “está jugando con fuego” al lanzar amenazas que podrían llevar a un conflicto directo. “Que recuerde que Rusia no es Israel ni Irán. Cada nuevo ultimátum es un paso más hacia la guerra”, escribió en su cuenta de X. Más tarde, en Telegram, aludió al sistema ruso “Perímetro” —conocido también como “Mano muerta”—, que podría activarse automáticamente en caso de que el Kremlin pierda el control de su arsenal nuclear por un ataque masivo.
Las declaraciones cruzadas marcan un nuevo capítulo en las tensiones entre ambas potencias, justo cuando el conflicto en Ucrania sigue sin una solución cercana. Para Moscú, el despliegue de submarinos y la presión internacional no hacen más que elevar el riesgo de una confrontación que, como recordó el Kremlin, no dejaría a nadie como vencedor.