La directora del Fondo Monetario Internacional pidió una mayor vigilancia sobre el sistema financiero mundial durante un discurso en China este domingo en el que también señaló los “brotes verdes” que están surgiendo en la segunda economía más grande del mundo.
“Los riesgos para la estabilidad financiera han aumentado”, dijo la directora del FMI, Kristalina Georgieva, durante los comentarios en el Foro de Desarrollo de China en Beijing.
Georgieva elogió la rapidez con que los responsables políticos actuaron en respuesta a la crisis bancaria, citando la reciente colaboración de los principales bancos centrales para impulsar el flujo de dólares estadounidenses en todo el mundo.
“Estas acciones han aliviado el estrés del mercado hasta cierto punto”, dijo. “Pero la incertidumbre es alta, lo que subraya la necesidad de vigilancia”.
Los inversionistas globales han estado en alerta máxima sobre la salud del sector bancario luego de las caídas repentinas de Credit Suisse, Silicon Valley Bank y el prestamista regional estadounidense Signature Bank.
La semana pasada, las preocupaciones sobre Deutsche Bank y la especulación sobre uno de sus pagos de bonos también afectaron a los mercados, lo que llevó a los líderes de la Unión Europea a tranquilizar al público sobre la resistencia del sistema bancario europeo.
Georgieva dijo este domingo que el FMI continuaba observando la situación y evaluando las posibles implicaciones para el panorama económico mundial.
Mientras tanto, reiteró una proyección del FMI de que la economía mundial verá un crecimiento lento a poco menos del 3% este año, debido a las continuas consecuencias de la pandemia, la guerra en Ucrania y políticas monetarias más estrictas.
Eso se compara con el promedio histórico de 3,8%, según Georgieva, y por debajo del 3,2% en 2022.
Pero también señaló el surgimiento de “brotes verdes” en China, donde el FMI espera que la economía recientemente reabierta crezca un 5,2% este año. Eso está más o menos en línea con el objetivo oficial de Beijing del crecimiento de un 5%.
Dicho crecimiento marcaría un mínimo histórico. Pero aún sería una mejora significativa en el 3% registrado por la segunda economía más grande del mundo el año pasado, y ayudaría a apuntalar la economía global.
La recuperación de China este año le permitirá contribuir con aproximadamente un tercio del crecimiento mundial, según Georgieva. Cualquier aumento del 1% en el crecimiento del PIB chino también ayudaría a impulsar el crecimiento de otras economías asiáticas en un promedio de un 0,3%, agregó.
Pero la jefa del FMI instó a los políticos chinos a tomar medidas para cambiar su economía y “reequilibrarla” hacia un crecimiento más impulsado por el consumo.
Inclinarse hacia ese modelo sería “más duradero, menos dependiente de la deuda y también ayudará a abordar los desafíos climáticos”, dijo Georgieva.
“Para llegar allí, el sistema de protección social deberá desempeñar un papel central a través de mayores beneficios de seguro de salud y de desempleo para proteger a los hogares de las crisis”.
Georgieva también pidió reformas para ayudar a “nivelar el campo de juego entre el sector privado y las empresas estatales, junto con inversiones en educación”.
“El impacto combinado de estas políticas podría ser significativo”, dijo.