Ciudad de México.- Cuando salen de México dejan las armas, los chalecos antibalas y los vehículos acorazados en casas de seguridad. Los enviados de los cárteles mexicanos a otros países acuden a hacer negocios, a garantizar proveedores, a amarrar rutas e incluso a facilitar armas y entrenamiento a grupos criminales aliados, pero no a generar violencia con grupos armados ni a conquistar nuevos territorios, como sí lo hacen en México. Allá son discretos, utilizan pasaportes, se alojan en hoteles, comen en restaurantes elegantes. Se mueven en silencio.
Centenas de archivos de la Fiscalía General de la Nación de Colombia detallan las operaciones de los cárteles mexicanos en más de una decena de países de cuatro Continentes: América, Europa, Asia y Oceanía. Los investigan gobiernos de Colombia, Panamá, Estados Unidos, Inglaterra y Australia, entre otros. Los datos fueron obtenidos gracias a una filtración del grupo Guacamaya, el mismo que hackeó el sistema de correos electrónicos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México a finales de 2022.
Las investigaciones muestran más de 50 operaciones de grupos criminales —que incluyen por lo menos a una persona de nacionalidad mexicana— con estructuras delincuenciales de Colombia, Australia, Bélgica, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, Holanda, Líbano, Nicaragua, Países Bajos, Panamá y Venezuela. Las identifican como «relaciones comerciales».
- Entre sus roles principales están trazar, supervisar y coordinar rutas que cruzan Continentes con cargamentos millonarios de droga.
El análisis de la base de datos creada para el proyecto #Narcofiles: el nuevo orden criminal, liderado por el Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) y con el apoyo del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), a partir de más de 13 millones de reportes policiacos, operaciones de inteligencia y correos electrónicos que forman parte de los archivos de la Fiscalía colombiana, revela que desde 2019 las autoridades le han seguido el rastro a seis grupos de la delincuencia organizada que ellos mismos etiquetan como mexicanos: Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel de Oaxaca, Los Cuinis (vinculados a Jalisco Nueva Generación), Los Zetas y Los Arellano Félix.
TRASIEGO Y PRODUCCIÓN
Sus actividades delictivas principales son el trasiego y producción de estupefacientes, minería ilegal, financiamiento económico a otros cárteles y lavado de activos. Incluso, en la información hay una treintena de empresas privadas que se relacionan con criminales mexicanos y que son investigadas por lavado de activos, tanto por Colombia como por otros países.
Los nombres asiduos son el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Zetas. Sus aliados: El Clan del Golfo, disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la banda Los Pocillos, Los Caparros e incluso el grupo del Hezbolá.
Investigan operaciones
*Las investigaciones muestran más de 50 operaciones de grupos criminales —que incluyen por lo menos a una persona de nacionalidad mexicana— con estructuras delincuenciales de Colombia, Australia, Bélgica, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Estados Unidos, Guatemala, Holanda, Líbano, Nicaragua, Países Bajos, Panamá y Venezuela. Las identifican como «relaciones comerciales».
* Entre sus roles principales están trazar, supervisar y coordinar rutas que cruzan Continentes con cargamentos millonarios de droga.