En una de las ofensivas más intensas de las últimas semanas, Rusia lanzó un ataque masivo contra la infraestructura energética de Ucrania, dejando a millones de personas sin electricidad en pleno invierno. Según reportes preliminares del gobierno ucraniano, misiles y drones fueron utilizados en ataques coordinados dirigidos a centrales eléctricas, subestaciones y líneas de transmisión en varias regiones del país.
El portavoz del Ministerio de Energía de Ucrania confirmó que la ofensiva afectó principalmente a las regiones de Kyiv, Járkov, Odesa y Dnipró, provocando cortes de energía en áreas residenciales y hospitales. “El sistema energético está bajo una presión extrema, pero estamos trabajando para restaurar los servicios lo antes posible”, declaró.
Impacto humanitario y reacción internacional
Este ataque ocurre en medio de temperaturas bajo cero, exacerbando la crisis humanitaria en Ucrania. Miles de familias están dependiendo de generadores, estufas de leña y refugios comunitarios para mantener el calor. Las organizaciones internacionales ya han advertido sobre el riesgo de un desastre humanitario si los cortes de energía persisten.
En respuesta, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski condenó los ataques y los calificó como “terrorismo energético”. Además, instó a la comunidad internacional a acelerar el envío de sistemas de defensa aérea y repuestos para reparar las infraestructuras dañadas.
Por su parte, el Kremlin justificó las ofensivas alegando que forman parte de su estrategia militar en el conflicto, argumentando que las instalaciones energéticas son “objetivos legítimos” en la guerra.
Apoyo internacional y resiliencia ucraniana
Países aliados de Ucrania, incluidos Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea, condenaron el ataque y anunciaron nuevos paquetes de ayuda humanitaria y militar. “Seguiremos apoyando a Ucrania para que pueda enfrentar estos actos inaceptables de agresión”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
A pesar de la devastación, el gobierno ucraniano asegura que los equipos de emergencia están trabajando contrarreloj para restaurar el suministro eléctrico. En Kyiv, trabajadores reparan líneas dañadas mientras los residentes muestran su resiliencia con actividades comunitarias para apoyar a los más vulnerables.
Un conflicto sin tregua
Este ataque subraya la persistente estrategia rusa de golpear la infraestructura crítica de Ucrania, lo que busca debilitar la moral de la población y presionar al gobierno. Sin embargo, la comunidad internacional ha reiterado su compromiso de mantener el apoyo a Ucrania en este conflicto que, a más de un año de iniciado, sigue sin vislumbrar una resolución.