El Vaticano informó que el papa Francisco ha mostrado signos de mejoría en su estado de salud. El pontífice, de 88 años, ya no necesita ventilación mecánica y se mantiene estable tras ser hospitalizado el pasado 14 de febrero por una grave infección respiratoria.
Según el parte médico, Francisco continúa con oxigenoterapia de alto flujo, pero no ha presentado fiebre ni signos de una nueva crisis respiratoria. A pesar de los avances, los especialistas mantienen el pronóstico en reserva debido a la complejidad de su cuadro clínico.
El papa fue ingresado en el hospital Gemelli de Roma tras desarrollar una neumonía doble, lo que generó una importante inflamación pulmonar. En días previos, sufrió un episodio de broncoespasmo que requirió asistencia respiratoria temporal. No obstante, en las últimas horas, su condición se ha estabilizado y los médicos descartan por el momento complicaciones graves.
A pesar de su internación, Francisco ha mantenido sus labores desde el hospital. Este domingo, se reunió con el cardenal Pietro Parolin y otros funcionarios del Vaticano para discutir asuntos de la Santa Sede. Además, envió un mensaje escrito agradeciendo el apoyo de sus fieles y reiteró su compromiso con la paz en el mundo. “Desde aquí, la guerra parece aún más absurda. Rezamos por la atormentada Ucrania, por Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivu”, expresó el pontífice.
La salud de Francisco ha sido motivo de preocupación en los últimos años debido a su historial médico. En su juventud, padeció pleuresía, lo que derivó en la extirpación de parte de un pulmón. Su reciente hospitalización representa su ausencia pública más prolongada desde el inicio de su papado en 2013.
Mientras tanto, en la Plaza de San Pedro, peregrinos y fieles continúan manifestando su apoyo y oraciones por su pronta recuperación.