México enfrenta una nueva barrera comercial impuesta por Estados Unidos. A partir de este miércoles, todas las importaciones de acero y aluminio estarán sujetas a un arancel del 25%, una medida que afectará exportaciones mexicanas por más de 29.000 millones de dólares. Pese al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), el presidente Donald Trump mantiene su postura proteccionista, impactando directamente a sus principales socios comerciales.
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó en su conferencia matutina que el Gobierno esperará hasta el 2 de abril, fecha clave en la política comercial de la Casa Blanca, antes de tomar una decisión sobre posibles represalias:
“Vamos a esperar al 2 de abril para tomar una decisión definitiva sobre si se imponen aranceles recíprocos al acero y al aluminio”, afirmó.
Mientras Canadá y la Unión Europea ya han anunciado medidas en respuesta, México opta por la cautela. Sheinbaum confía en que las mesas de negociación con Washington permitirán evitar un conflicto comercial de gran escala. En este sentido, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, y el secretario de Hacienda, Edgar Amador, mantendrán reuniones con sus homólogos estadounidenses en busca de un acuerdo.
Impacto en la industria mexicana
El sector siderúrgico nacional ha instado al Gobierno a tomar una postura firme en defensa de las empresas mexicanas. No solo el acero mexicano es clave para la industria estadounidense, sino que México también es un comprador relevante de acero estadounidense, con importaciones superiores a los cuatro millones de toneladas anuales.
Desde su primer mandato en 2018, Trump ha señalado al acero como un insumo estratégico para la industria estadounidense, argumentando que el TMEC ha servido como vía de entrada para el acero chino. En respuesta, la Administración de Sheinbaum ha fortalecido la vigilancia aduanera y ampliado medidas antidumping sobre aceros asiáticos.
El equilibrio global del acero
México es el 15° productor de acero a nivel mundial, con una producción de casi 20 millones de toneladas anuales, insuficiente para cubrir un consumo interno que supera los 28 millones de toneladas. Estados Unidos, por su parte, produce alrededor de 82 millones de toneladas al año y necesita importar más de 26 millones de toneladas para cubrir su demanda.
Con el nuevo esquema arancelario de Washington, la incertidumbre crece tanto en México como en otros países afectados. Mientras Sheinbaum apuesta por la vía diplomática, el sector industrial espera claridad sobre los próximos pasos del Gobierno ante una de las mayores disputas comerciales en años.