Un «narcisista» que ahora amenaza la vida de todos los estadounidenses.
Así es como Mary Trump retrata a su tío, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su libro de memorias cuyos extractos han sido publicados en medios de ese país.
Bajo el título Too Much and Never Enough: How My Family Created the World’s Most Dangerous Man (en español: «Demasiado y nunca suficiente: cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo») describe al mandatario como un fraude y un intimidador.
Mary Trump había evitado ser el centro de atención desde que su tío se convirtió en presidente, aunque ha sido crítica con él en el pasado.
Después de que ganó las elecciones en 2016, describió la experiencia de forma inequívoca: «L apeor noche de mi vida», según The Washington Post.
«Deberíamos ser juzgados con dureza», tuiteó. «Me aflijo por nuestro país».
La Casa Blanca rechaza las afirmaciones hechas en el libro, mientras que la familia Trump ha pedido a la justicia que se bloquee su publicación, programada para el 14 de julio.
«Más allá del narcisismo»
Mary Trump, psicóloga de 55 años, escribe que para su tío «nada es suficiente» y que exhibe todas las características de un narcisista.
«Esto va mucho más allá del narcisista del jardín de infancia», escribe su sobrina.
«Donald no es simplemente débil, su ego es algo frágil y debe ser reforzado en todo momento porque sabe en el fondo que no es nada de lo que dice ser», señala.
Para ella, su tío fue influenciado por ver a su abuelo, Fred Trump, intimidar a su padre Fred Trump Jr., quien murió a causa de una enfermedad relacionada con el alcoholismo cuando ella tenía 16 años.
Su abuelo fue extremadamente duro con su hijo mayor, a quien quería poner al frente del negocio inmobiliario de la familia.
Pero cuando el padre de Mary Trump se alejó de la empresa, el abuelo Trump no tuvo más remedio que recurrir a su segundo hijo, Donald.
No fue una decisión que lo dejara feliz, deja entrever en el libro: «Cuando las cosas se pusieron mal, a fines de la década de 1980, Fred ya no podía separarse de la brutal ineptitud de su hijo; el padre no tuvo más remedio que seguir el compromiso», escribe Mary Trump.
«Su monstruo había sido liberado», añade.