Están armadas hasta los dientes, han tenido una creciente presencia en protestas callejeras y son vistas como un peligro latente para las elecciones de noviembre: las milicias ganan protagonismo en un Estados Unidos aturdido por varias crisis.
Estos grupos tienen diferentes agendas y motivaciones, desde la lucha contra la inmigración hasta un recelo del gobierno, pero buena parte de ellos ahora se sienten animados por la presidencia de Donald Trump y su eslogan electoral de «ley y orden», señalan expertos.
Se estima que en EE.UU. hay alrededor de 200 milicias compuestas por miles de civiles y militares retirados, aunque sus estructuras a menudo difusas y la falta de datos oficiales sobre estos grupos impiden tener una idea exacta de su tamaño.
Los especialistas advierten que fenómenos recientes como la pandemia de coronavirus, la pérdida de millones de empleos, una creciente crispación política y social junto a la proliferación de teorías conspirativas en las redes sociales han servido como caldo de cultivo de las milicias en este país.
«Las milicias han estado involucradas y activas en EE.UU. durante décadas o siglos en algunos casos. Pero lo que vemos ahora es un momento absolutamente sin precedentes en la historia de EE.UU.», le señala Paul Goldenberg, miembro del Consejo Asesor del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU., a BBC Mundo.
A su juicio, el país enfrenta una «tormenta perfecta» con un sector minoritario de la sociedad que busca aprovechar la coyuntura para generar confusión y caos.
«¿Están creciendo las milicias? Creo que están creciendo. Desafortunadamente, algunas milicias se ven a sí mismas como una fuerza civil o ciudadana justa para reemplazar a la policía, si de hecho la policía pierde autoridad», dice Goldenberg, que también preside la firma consultora en seguridad doméstica Cardinal Point Strategies.