Los gobiernos de México y Estados Unidos han reactivado el diálogo de alto nivel para abordar temas prioritarios como la seguridad, la migración y el tráfico de armas. Este acercamiento, en el que participaron altos funcionarios de ambos países, busca coordinar estrategias conjuntas frente a desafíos como el narcotráfico y la migración irregular.
El gobierno mexicano, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, subrayó la importancia de proteger a las comunidades mexicanas en Estados Unidos, reforzando la red consular y denunciando medidas que afectan a los migrantes, como las políticas fronterizas del estado de Texas. Por su parte, el nuevo gobierno estadounidense, encabezado por Donald Trump, ha planteado priorizar la lucha contra el tráfico de fentanilo y fortalecer la seguridad fronteriza.
Entre las iniciativas destacadas está la colaboración para modernizar cruces fronterizos, como el proyecto Otay II, y la inversión conjunta de 180 millones de dólares en programas de desarrollo para Centroamérica y el Caribe, con el objetivo de abordar las causas estructurales de la migración.
Ambos países acordaron realizar visitas conjuntas a regiones clave, como el Darién en Panamá, y continuar estas negociaciones en febrero, consolidando un esfuerzo bilateral que busca equilibrar las demandas de seguridad con un enfoque humanitario hacia la migración