A pocos días de haber asumido la presidencia, Claudia Sheinbaum anunció su intención de impulsar una reforma electoral enfocada en combatir el nepotismo y limitar la reelección en los cargos públicos. Este proyecto será enviado al Congreso en los próximos meses como una de las primeras acciones de su administración.
El objetivo de la reforma
La presidenta explicó que la reforma busca garantizar mayor transparencia y equidad en los procesos electorales, evitando la perpetuación de grupos familiares en el poder. Además, se plantea establecer límites más estrictos para los periodos de reelección en ciertos puestos, con el fin de fomentar la renovación en la política mexicana.
“Queremos un sistema político más justo y representativo, donde no haya lugar para prácticas que comprometan la confianza de los ciudadanos”, declaró Sheinbaum durante una conferencia de prensa.
Puntos clave de la propuesta
Aunque aún no se han revelado todos los detalles del proyecto, fuentes cercanas al gobierno señalan que los principales puntos incluirán:
- Prohibiciones específicas para que familiares directos de funcionarios en activo no puedan postularse a cargos dentro de la misma jurisdicción.
- Reducción de los periodos permitidos para la reelección, especialmente en puestos legislativos.
- Fortalecimiento de las sanciones para quienes incurran en prácticas nepotistas o intenten manipular los procesos de selección de candidatos.
Reacciones iniciales
La propuesta ya ha generado un intenso debate entre analistas políticos y partidos de oposición. Algunos sectores han elogiado la iniciativa como un paso importante hacia una democracia más sólida, mientras que otros cuestionan su viabilidad y advierten posibles conflictos con las normas constitucionales.
El camino hacia la aprobación
La reforma será presentada formalmente en el Congreso durante el primer semestre de 2025, donde enfrentará un proceso de análisis y debate legislativo. Sheinbaum confía en que, con el apoyo de su partido y de otros grupos aliados, la reforma pueda ser aprobada para comenzar a aplicarse en futuros procesos electorales.
Con esta medida, la presidenta busca dejar claro su compromiso con la transformación del sistema político mexicano y la construcción de un gobierno más ético y transparente.