La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dejó claro que su gobierno no permitirá una mayor presencia de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en territorio mexicano, enfatizando que cualquier cooperación en materia de seguridad debe darse bajo los principios de soberanía y respeto mutuo.
En conferencia de prensa, Sheinbaum aseguró que México continuará colaborando con Estados Unidos en el combate al narcotráfico, pero dentro de un marco que garantice la autonomía del país. La mandataria subrayó que su gobierno priorizará el fortalecimiento de las instituciones de seguridad nacionales y la mejora de las capacidades de investigación e inteligencia para enfrentar el crimen organizado.
Rechazo a la militarización de la seguridad
Sheinbaum también señaló que su administración busca evitar la militarización de la seguridad pública y que las acciones contra el crimen deben ser lideradas por autoridades mexicanas. Destacó la importancia de fortalecer la Guardia Nacional y las fiscalías estatales para garantizar que la lucha contra el narcotráfico se haga con instituciones nacionales bien capacitadas y equipadas.
La presencia de la DEA en México ha sido un tema de debate en la relación bilateral. Mientras que Estados Unidos ha expresado su interés en reforzar su presencia en el país para combatir a los cárteles, Sheinbaum ha reiterado que la estrategia de seguridad debe estar en manos del gobierno mexicano.
Cooperación sí, pero con límites
Sheinbaum aseguró que la relación con Estados Unidos seguirá siendo estrecha y basada en el intercambio de información e inteligencia, pero sin permitir una injerencia directa en la seguridad nacional. “Habrá colaboración, pero siempre en el marco de nuestra soberanía”, afirmó.
El gobierno de México continuará estableciendo acuerdos con EE.UU. en temas de seguridad, migración y cooperación económica, pero bajo términos que respeten la independencia del país. La postura de Sheinbaum refleja una línea de continuidad con la política de seguridad implementada en los últimos años, que busca reducir la influencia de agencias extranjeras en territorio mexicano y apostar por el fortalecimiento de las instituciones locales.