El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este martes una orden ejecutiva que introduce varias reformas policiales, al tiempo que rechaza los llamamientos para retirar fondos o desmantelar a la policía.
Creará una base de datos federal de quejas contra agentes.
También alentará el despliegue de trabajadores sociales junto con los policías para tratar casos no violentos relacionados con adicción a las drogas y falta de vivienda.
El presidente dijo que el gobierno estaba buscando nuevas «armas menos letales para evitar interacciones mortales».
La orden del presidente tampoco afecta la inmunidad calificada, una doctrina que protege a los funcionarios del gobierno de ser responsables a menos que violen los derechos constitucionales «claramente establecidos».